“No he calculado qué chances tengo de ser gobernador. Tengo una decisión y una vocación política que voy desarrollando, y sé que la buena política, en equipo, con proyectos, es necesaria para darle continuidad a este proyecto. A mí me satisface la continuidad de este proyecto, pero no me llevo alambrados por delante por apetencias personales. En la boleta del año que viene habrá los Gioja que sean necesarios, pero nadie va a ir por pariente, si se va es porque se ganó el lugar trabajando en política. Es probable que el parentesco dé ventajas, pero yo no me puedo cambiar el apellido. Hoy rinde ser Gioja, pero acuérdense cuando se cuestionaba la política, o las cuestiones de torturas, de persecuciones, en esa época había que bancarse el apellido, y lo hicimos, con José Luis en punta”.