Ni bien el Centro Cultural Amadeo Conte Grand abrió sus puertas para que los participantes del Congreso que no eran sanjuaninos se acreditaran, surgió un inconveniente. Unas 200 personas de otras provincias y países llegaron a San Juan, pero sin que los organizadores del evento confirmaran su participación y, por lo tanto, no estaban registrados para ser acreditados. Luego de un par de horas de espera y de mal humor, se solucionó el inconveniente porque les permitieron participar.
‘Esto es jugar con el tiempo y la plata de la gente. No sé para qué te invitan a participar del Congreso si después te dicen que no estás en la lista de acreditados’, dijo Ema Giménez, de Santiago del Estero. A su protesta se sumó la de las demás personas que no aparecían en la lista de acreditados, entre ellos un grupo de chicos brasileños que tomando mate y chateando, esperaron una solución. La solución no se hizo esperar. El ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina, llegó al lugar para comunicarle a los afectados que iban a ser acreditados y participar del Congreso. ‘El error ha sido que esta gente vino aún cuando los organizadores del Congreso no les confirmaron su participación. Creo que fue un error de comunicación porque debían inscribirse y esperar una respuesta de aceptación o no. Pero tienen que quedarse tranquilos porque todos los que vinieron van a poder participar’, dijo el funcionario.
Luego de esto habilitaron dos puestos para acreditar exclusivamente a los asistentes imprevistos para que pudieran concretar el trámite rápidamente e irse a descansar, ya que muchos acababan de llegar a la provincia. De todos modos, muchas de estas personas, después del mal rato y de acreditarse finalmente, decidieron conocer la ciudad. El primer lugar que visitaron fue la Casa Natal de Sarmiento. La mayoría de los asistentes llegó ayer por la mañana.

