San Juan.- Entrar al local es meterse en una máquina del tiempo. Sus paredes están cubiertas de publicidad, folletos y boletos de rifas de la década del ’50 y ’60, épocas en las que los números de teléfono tenían sólo 4 dígitos. Se trata de una imprenta santaluceña fundada en 1955, que además de esas asombrosas reliquias cuenta con las primeras máquinas que se usó para desarrollar el oficio y todas están en funcionamiento.
“Mi padre guardaba todo esto en carpetas y yo decidí exponerlo en las paredes. Su importancia radica en que todas fueron hechas con máquinas en las que se colocaba las fichitas con cada una de las letras. Era un trabajo importante”, comentó Emilio, dueño de la impresa Espinosa.
Entre las imágenes de la pared que más resaltan hay un bono de rifa nada más y nada menos que para juntar dinero con el fin de reconstruir la Catedral. “Nuestro mayor orgullo será construir la Catedral”, reza el bono de 1954 que ofrece $500.000 en premios.
También vinculado a la Iglesia, se puede ver los impresos realizados especialmente para las Bodas de Plata del nombramiento de Monseñor Audino Rodríguez y Olmos, obispo de San Juan entre 1940 y 1965.
También se puede ver los folletos con los que se promocionaba los populares bailes de carnaval de la época, que se realizaban en distintos salones. Y etiquetas de vinos como Coralli y Recio. O la rifa de una “Casa tipo residencial”, ubicada en Belgrano y Mendoza (Trinidad).
Además de las publicidades de locales comerciales que aún existen, como la Óptica Gaillez o el Hotel Selby. Y de íconos que aún resuenan en la memoria de algunos, como el cine Gran Rex.
Sumado a eso, la imprenta tiene dos modelos las máquinas Minerva, que se usaban para imprimir y funcionaban a pedal, aunque ahora trabajan con electricidad.
