Padre e hijo viviendo juntos su más grande emoción deportiva. Largando, ante la multitud en plena 9 de Julio, en Capital Federal, el famoso Rally Dakar 2009. Lino Sisterna (el piloto) y su hijo Juan Pablo Sisterna (copiloto) se dieron el gusto ayer a bordo del Nissan Montero (número 420) y quedarán en la historia del automovilismo grande. Se les notaba la emoción en el rostro. Saludaron y partieron a puras risas y anchos de orgullo. Así se los veía en la televisión. Después, ya cumpliendo el enlace hasta Colón (donde hoy será la largada), Juan Pablo, vía telefónica, dijo: “Esto es increíble. Hace dos horas que salimos y anduvimos apenas 40 kilómetros. La gente es impresionante. Nos paran permanentemente y se sacan fotos. Nos dicen sanjuaninos, dejen vino. Por momentos avanzamos sólo algunos metros. Nunca pensé vivir ésto. Con mi viejo estamos bárbaro. Mañana empieza y estamos con todas las pilas”.