Unidos. Desde niños estuvieron muy unidos. Ellos son el segundo y tercer hijo de una familia muy religiosa y amante de las reuniones familiares. 



Para ellos no deja de ser una hermosa casualidad. Y están seguros que tuvo mucho que ver Dios, el destino y el camino que siguieron desde niños. Ellos son, José María Solar y su hermano menor, Alejandro, Párroco de Santo Domingo de Guzmán y Comisario de la 17ma, respectivamente. Los hermanos dijeron que están felices de trabajar tan cerca y de poder compartir la comunidad. Ambos aseguraron que lo que más les gusta de sus trabajos es estar cerca de los más necesitados.

La vocación de servicio que tienen se les nota en la mirada. Esto, a pesar de que eligieron caminos opuestos para llevar sus vidas. Y los dos aseguran que ese amor por el prójimo y las ganas de tender puentes para mejorar la vida de los demás, se la deben a su mamá que desde niños los incentivó a estar cerca de la religión y a ser líderes en lo que emprendieran.

“Aún tenemos a nuestro papá. Él está orgulloso de nosotros y de nuestro hermano más grande”

JOSÉ MARÍA SOLAR - Párroco


En muchos pueblos y departamentos, el comisario y el sacerdote, son dos de los personajes más importantes. En este caso, además son familia. ‘Sólo nos falta que el intendente sea nuestro hermano, para que estemos al frente de las instituciones más importantes del departamento‘, dijo entre risas, José María que es el más conversador de los dos y el que tomó las riendas de la charla, y agregó que para él es una bendición tener a su hermano tan cerca. 
Son familieros y la complicidad que tienen se les nota. Aman juntarse los domingos a comer asado y de lo que menos hablan es de trabajo, a pesar de que trabajan en el mismo terreno. ‘Nos pedimos consejos o nos contamos las decisiones que tomamos, pero todo relacionado a la familia, los viajes o alguna compra que hacemos‘, dijo Alejandro y comentó que en ocasiones le pide a su hermano que haga alguna bendición cuando están en algún acto, inauguración o en las actividades que desde la comisaría hacen con la comunidad. ‘Y yo voy gustoso, si para mí es un orgullo que mi hermano sea el comisario‘, agregó el sacerdote, mientras los ojos le brillaron.

“Cada uno lleva muchos años en su trabajo, entonces de eso casi no hablamos”

ALEJANDRO SOLAR - Comisario


Desde chicos estuvieron vinculados a la Iglesia y es por esto que les gusta mucho estar cerca de la comunidad y ayudar. Fueron al colegio Pérez Hernández, se formaron en la hoy Basílica de los Desamparados y aunque a nivel nacional son hinchas de clubes distintos (Boca y River), los dos son hinchas de Desamparos. ‘Pero una vez me tocó ir a bendecir la cancha de San Martín. Fue cuando ganaron 6 a 1 a Boca‘, dijo sonriendo José María y confesó que desde esa vez le gusta ver ganar al verdinegro.

Su relación con la religión la mamaron de su madre, que ‘fue una líder de la iglesia‘ y durante la juventud fuero hasta referentes de la Acción Católica en su parroquia. Luego ambos siguieron caminos separados, pero siempre unidos por el amor de hermanos.

José María es el párroco de Santo Domingo de Guzmán, desde hace 6 años, mientras que Alejandro tomó el mando de la 17ma, hace solamente 3 meses. Esto, después de que la comisaría sufriera muchos cambios y detenciones de efectivos policiales sospechados por narcotráfico. ‘Estuve un mes en Santa Lucía y luego me trasladaron a la 17. Fue por el trabajo social que hice en la 34ta, en La Bebida‘, dijo y contó que desde que está en la seccional de Chimbas lograron acercarse a comunidades complicadas y estigmatizadas porque ese es su objetivo. Y justamente es ese trabajo social que hace, lo que más lo une a la vocación de su hermano.