La medida de no dejar que abran los boliches para evitar la propagación de la gripe A en la provincia fue recibida sin resistencia por los empresarios del rubro. Pero dicen que la estrategia no será efectiva si no apunta a otros lugares en los que se junta mucha gente los fines de semana, como restaurantes, bares o estaciones de servicio. Por su lado, el ministro de Gobierno, Emilio Fernández, dijo que aumentarán los controles en ese tipo de locales y no descartó la idea de ordenar también que cierren, pero sólo si la situación sanitaria general empeora. De ser así, sería una medida análoga a la que tomó ayer el municipio de Quilmes, en Buenos Aires, donde dieron la orden de cerrar bares, cines, bingos, confiterías y restaurantes.

"Vamos a colaborar en todo lo que proponga el Gobierno que tenga que ver con la salud pública. Es por eso que no abriremos los boliches. Pero la medida no será efectiva si no se apunta a todos los sectores. Los chicos que no vayan a bailar, terminarán amontonándose en otros sitios", dijo Martín Azcona, al frente de la cámara de propietarios de locales bailables de San Juan.

Mientras tanto, Fernández dijo que si la situación en la provincia empeora, es decir que aparezcan más casos de gripe A, ordenarán la suspensión de actividades restaurantes, pubs, confiterías y afines. "Por el momento sólo serán los boliches, pero la situación puede modificarse", aseguró el funcionario. Para controlar que los lugares permanezcan cerrados hasta nueva disposición del Gobierno, pondrán más efectivos policiales a hacer las recorridas nocturnas. Además, durante las próximas dos semanas no darán habilitaciones para su funcionamiento. Y si abren, será infringiendo la ley que regula los espectáculos nocturnos, entonces se los multará, según dijo Fernández.