�María Corso no es la única mujer a la que la Justicia le quitó sus hijos biológicos por causa de maltrato y abandono, y que reincidió.
En el 2013 Lorena Molina, de Caucete, perdió la tenencia de sus 3 hijos (de entre 11 meses y 4 años) porque estaban en completo estado de abandono, golpeados y con una afección en la piel sin recibir ninguna atención médica. Desde el municipio de ese departamento informaron que la mujer tenía otros 3 hijos más grandes, que también fueron sacados de su cargo y quedaron al cuidado de su padre biológico. Fue porque Molina vivía con ellos en la calle y los descuidaba. Dormía con estos niños a orillas de la vía o debajo de los árboles y los cubría con trozos de colchas sucias.
El otro caso se conoció el año pasado. Tuvo como protagonista a una joven mendocina de 35 años que se radicó en Caucete a quien la Justicia le quitó sus 9 hijos por maltrato.
Esta mujer fue detenida en ese departamento por tener a sus 5 hijos en estado de abandono (dos mellizos de 6 años, uno de 4 años, otro de 3 años y uno de 7 meses), viviendo hacinados en una pieza sin muebles, en medio de un descampado, sin agua potable ni electricidad. La mujer convivía con su pareja de 19 años.
Luego de este hecho salió a la luz que esta joven tenía 4 hijos más en Mendoza que estaban viviendo con otras familias porque la Justicia se los había quitado. Los chicos tenían 12, 13, 14 y 15 años.
En ambos casos intervino la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia quien derivó a los chicos a los hogares estatales hasta tanto se resolvió su situación.