Los chicos sabían que iban a presenciar una exhibición de la División Canes de la Policía de San Juan, pero nunca imaginaron que iban a formar parte de la misma. Hicieron algunas piruetas junto a los perros, actividad en la que participaron hasta los profesores. Fue en la colonia de verano que funciona en el Club Libertad Juvenil, en Las Chacritas, en 9 de Julio.
Ni bien ingresó la movilidad de la Policía, los chicos comenzaron a aplaudir entusiasmados a la espera de un espectáculo inolvidable. Pero sus expectativas fueron superadas.
Luego de que los perros los deslumbraran saltando a través de aros con fuego o haciéndose los muertos, algunos chicos pasaron al frente para participar de la muestra de la agilidad canina.
Se ubicaron en parejas y entrelazaron sus brazos formando un círculo por donde pasaron los canes tras dar un salto. Los demás chicos que quedaron como espectadores aplaudieron con mucho entusiasmo esta parte del show. Lo mismo hicieron cuando los profesores también participaron de la exhibición junto a los animales.
La muestra de la División Canes duró una media hora y durante todo ese tiempo los chicos permanecieron en silencio y prestando mucha atención a cada uno de los ejercicios que hicieron los perros. Sólo se pudo escuchar el aplauso intenso y reiterado después de cada demostración o para darles aliento a los animales cuando tuvieron que repetir un ejercicio que no pudieron completar con éxito.
Todos los años esta división policial realiza una muestra de su trabajo con los canes en las colonias de verano de los diferentes departamentos. Pero esta vez se llevaron una sorpresa. Por primera, al término de la exhibición, los chicos les pidieron ’otra’. Ante el canto de ’una más y no jodemos más’, acompañado con palmas, los uniformados tuvieron que improvisar un ejercicio extra para complacer al público infantil. También posaron junto a los chicos, a los profesores y a India, una de las perras de la división, para llevarse una foto de recuerdo. Pero eso no fue todo. Los efectivos tuvieron que retrasar unos minutos su partida para recibir un beso y un abrazo de los niños como despedida.