La medida que tomaron las Juntas de Riego y el Departamento de Hidráulica, que contempla duplicar las jornadas de corte de agua para riego entre el otoño y el invierno, fueron la consecuencia de los bajísimo niveles de agua que presentan los embalses provinciales. La pésima temporada nívea del 2009 se plasmó con nefastos resultados en el verano: los tres diques se fueron vaciando e incluso dos de ellos -Caracoles y Ullum- dejaron de embalsar y toda el agua que entraba se repartía al sistema hídrico. El Ullum tocó una de las cotas más bajas de sus historia -se ubicó en 758 metros, 10 metros menos que su cota máxima- que incluso hizo aparecer una vieja bodega que había quedado sumergida desde que se embalsó a finales de los ´70. Por sus parte, el dique Los Caracoles, que tiene estimado como nivel óptimo 1.110 metros, llegó a bajar 28 metros, y dejó de embalsar. El más chico de los tres, Cuesta del Viento, también sufrió los avatares de la sequía y estuvo en su cota mínima 1.523 metros, unos 6 metros menos que su nivel ideal.