La mayoría del puñado de sanjuaninos apostados en la puerta de la antigua bodega eran vecinos de la zona de Concepción. Todos se acercaron al lugar coincidiendo que era un momento histórico para los sanjuaninos. Mientras un matrimonio de ancianos cubría su cabeza con un gorro de lana, una pareja de jóvenes que residían en un hotel esperaban sin éxito que llegara el presidente de Bolivia, Evo Morales.