Desde el domingo Lorena Riveros no puede entrar a su casa. Desde entonces, la gente de Protección Civil la tuvo que sacar junto a su familia, porque el agua les llegó a los tobillos dentro de la vivienda. Ayer, tras abrir la puerta y consciente de que el panorama dentro de la casa no es el mejor, la mujer y su esposo Daniel Balmaceda, no pudieron contener el llanto. Ellos están evacuados junto a sus hijos en el CIC de Pampa Vieja, a pocas cuadras de la casa de adobe que alquilan hace unos meses.
Charcos de agua en todos los rincones, los colchones goteando y la pared de su habitación derrumbada hicieron que la pareja se sintiera peor de lo que está. “Nosotros llegamos desde la Ciudad hace unos meses en busca de algo mejor para nuestros hijos, pero terminamos viviendo en un CIC”, dijo la mujer, que tiene tres hijos, mellizos de 16 años (la chica está embarazada de 3 meses) y una nena de 7 años.
Riveros dijo que ellos pidieron ayuda porque el estruendo de la pared que cayó y el agua que entraba por todos los rincones los asustaron. “Hoy mi nena más chica volvió a la escuela, pero sin guardapolvo, porque toda la ropa se nos mojó”, agregó.
