Hace 17 años que Alejandro Mora llega desde La Rioja para participar de la Cabalgata de la Fe. Dijo que esta vez se sorprendió por el poco público que se convocó para ver su partida hacia la Difunta Correa y a lo largo del trayecto para alentar a los jinetes. Otros gauchos locales también estuvieron de acuerdo en que en esta edición, este evento tradicional “perdió un poco de brillo”. El fundamento: debido a la crisis tuvo menos promoción que otros años y no pudo incluir un espectáculo nacional para el cierre. Pero coincidieron en que tienen la esperanza de que recupere su esplendor a partir del año que viene. Lo que no aflojó fue la participación de esta travesía a caballo. Unos 4.000 jinetes cabalgaron ayer hasta Vallecito, pese a la persistente lluvia durante todo el recorrido.

Complicaciones. En los momentos de mayor intensidad de lluvia se les complicó a los jinetes la visión del camino, haciendo su marcha más lenta. Refugio. Algunos jinetes buscaron refugio bajo los árboles de la Senda del Peregrino en los momentos más intensos de la lluvia.

 

“A la gente le cuesta movilizarse por el precio del combustible. Creo que esa fue la del poco público. Pero, creo que todo va a cambiar el año que viene porque tengo fe en que la Difunta Correa nos va a ayudar a salir adelante”, dijo Alejandro Mora.

El mismo optimismo tiene Rafael Tejada, presidente de la Agrupación Sierras Azules, de Zonda, que participó de la Cabalgata, pese a las limitaciones. El hombre contó que este año no contaron con la ayuda del municipio de ese departamento para el traslado de los animales hasta Capital, lugar de partida. “Es una lástima que este año no se haya promocionado tanto la Cabalgata como en otras ocasiones porque esto también contribuyó a que menos gente se enterara y asistiera a verla partir. Otros años había gente a la orilla de todo el trayecto, ofreciendo hasta sopaipillas a los jinetes. Esperamos que este evento tan tradicional no se pierda y que el año próximo haya más estabilidad y eso nos permita seguir disfrutando a lo grande de esta propuesta”, dijo Tejada.

Refugio. Algunos jinetes buscaron refugio bajo los árboles de la Senda del Peregrino en los momentos más intensos de la lluvia.

 

Por su parte, Eduardo Poli, de la Agrupación Gauchos de Ullum, dijo que tiene “sentimiento encontrados”. Por un lado siente pena que no haya un artista nacional para cerrar esta cabalgata, ya que eso atraía a mucho público, y por otro alegría de darle más lugar a los artistas locales. “Es espectáculo nacional le dio a la Cabalgata más prestigio en todo el país, tengo esperanza de que el año que viene los artistas de renombre nacional vuelva a subir al escenario en la Difunta Correa”, dijo el Gaucho.

Lo único que no perdió brillo en la edición 33ra de la Cabalgata de la Fe fue la participación de los jinetes. Unos 4.000 cabalgaron hasta el oratorio de la Difunta Correa, pese a la persistente lluvia que los acompañó durante todo el camino.

 

ALGUNAS POSTALES

>> Lento transitar

Debido a la fuerte lluvia, los jinetes ayer tuvieron que cabalgar más lento de lo acostumbrado como medida de precaución. Es que el pavimento de la Senda del Peregrino estaba muy mojado, y con agua acumulada en algunos sectores, por lo que había peligro de que los caballos resbalaran por las herraduras.

>> Fuerte seguridad

Efectivos de la Policía Montada, de la Policía Rural, de la División Tránsito y de Gendarmería formaron parte del operativo de seguridad que acompañó a la Cabalgata de la Fe durante todo el trayecto hasta llegar al oratorio de la Difunta Correa, en Vallecito. También participaron algunos soldados del Rim 22.