Varios de los imputados que son juzgados por Flagrancia en el Teatro Municipal de Capital por la fiesta ilegal de Santa Lucía le tomaron fotos a un periodista de este diario que cubría la audiencia.
Ocurrió esta tarde, pasadas las 16, luego de que el juez Eduardo Raed ordenara un cuarto intermedio debido a que una de las imputadas se descompuso.
La chica fue sentada en una silla en el hall del recinto. Y muchos de los 48 infractores fueron hasta ese lugar a ver qué pasaba. Fue en ese momento cuando advirtieron que entre ellos estaba el periodista, registrando los detalles del incidente.
Sin hacer mención con qué intención, comenzaron a sacar sus celulares y a fotografiar y a filmar al empleado de este medio.
Lo que aducían era que el periodista estaba fotografiando un momento sensible de una persona, teniendo en cuenta de que se trataba de su salud. Incluso varios se le fueron encima a mostrarle su descontento (no de la mejor manera).
Lo que quizás ese grupo no tenía en cuenta es que:
1. Esta y todas las audiencias de Flagrancia siempre fueron públicas. La presencia de un periodista en el lugar no es un delito.
2. Las supuestas fotos que aducían no existen. La joven jamás fue fotografiada en el suelo ni en condiciones desfavorables.
3. Un abogado los retó y les dijo que "esto nos sirve a nosotros, que salga, que se conozca, no sean b…". Cabe destacar que desde horas tempranas los defensores pretendían suspender el proceso e incluso minutos antes del incidente habían pedido eso al juez porque sus clientes "estaban cansados y con hambre".
4. La nota que publicó este diario sobre la imputada descompuesta daba cuenta que los 48 infractores llevaban más de 7 horas en el lugar, sin tener la posibilidad de alimentarse adecuadamente (pudieron comprar bebidas, dulces y snacks).
La mala es que quienes terminó perdiendo fue el periodista y, en su defecto, este diario: un policía de alta jerarquía le recomendó no reingresar a la audiencia para evitar nuevos inconvenientes. Cabe destacar que desde el Poder Judicial invitaron al periodista a no abandonar el recinto, explicando que las condiciones de seguridad estaban garantizadas.
