Demostración de fe. Ayer, 3.000 jóvenes de diferentes departamentos participaron de la peregrinación que se hizo de la Catedral hasta Ceferino Namuncurá.

Bajo el lema "Somos un pueblo que camina, anuncia y sirve", ayer se realizó la 40ma edición de la Peregrinación de Jóvenes, organizada por la Pastoral de Juventud. En esta ocasión los chicos no sólo pidieron por salud, sino también por la paz social y la tolerancia, en el marco de la situación socioeconómica por la que atraviesa el país. Unos 3.000 jóvenes caminaron desde la Catedral hasta el Complejo Turístico Religioso Ceferino Namuncurá, en el departamento San Martín, donde participaron de la misa en la que también se pidió por la paz social.

Los jóvenes vivieron la previa de la caminata con cantos en honor a Dios.

Daniela y Juan decidieron hacer el sacrificio de caminar más de 20 kilómetros para llegar hasta Ceferino Namuncurá. Lo hicieron junto a Liam, su hijo de un año, y con un firme propósito: rezar para que haya paz social y su pequeño pueda crecer en un país donde prime la unión del pueblo. "Es muy triste ver la intolerancia y la violencia que hay actualmente en la Argentina, y no queremos eso para nuestro hijo", dijo la mamá.

Pero ellos no fueron los únicos que peregrinaron ayer con este propósito. Los chicos de las diferentes comunidades religiosas que participaron de la caminata también dieron testimonio del deseo de y unidad popular. Algunos hasta cantaron "El pueblo unido jamás será vencido".

Para subir a las redes
En los momentos previos de la peregrinación, los chicos de la Pastoral Juventud se hicieron una selfie con todos los jóvenes presentes para subir a las redes sociales. También alentaron a los chicos de subir sus fotos a través del hashtag "Peregrinación XL".

A las 8, los jóvenes comenzaron a concentrarse en el atrio de la Catedral para comenzar a palpitar la peregrinación que arrancó pasadas las 9. Es que se hizo el aguante para esperar a los chicos que llegaron de localidades alejadas para participar de esta demostración de fe.

Durante los primeros minutos, el ambiente se mantuvo con cierta quietud, pero fue hasta que arribaron al lugar los chicos de la Parroquia de Andacollo, de Chimbas. Llegaron desplegando una pancarta gigante que identificaba su procedencia, cantando a viva voz y saltando con energía. Ellos fueron los encargados de contagiar el entusiasmo a los demás caminantes.

De a poco el clima festivo colmó la previa de la peregrinación que hasta incluyó baile. Es que los chicos del Movimiento de Dios interpretaron diferentes canciones en honor a Dios que incluyeron coreografías. De esta manera los jóvenes no sólo cantaron, sino que también bailaron antes de comenzar la travesía a pie. Mantuvieron este entusiasmo durante toda la caminata.

Junto a los santos
En la peregrinación también participaron jóvenes, pertenecientes a diferentes comunidades religiosas, que personificaron a los diferentes santos. La idea fue que los caminantes se encomendaran a los mismos para culminar la travesía sin problemas.
Para involucrarse
Durante el trayecto de la peregrinas, jóvenes se instalaron en diferentes puntos con carteles que incluyeron mensajes para los caminantes. A través de los mismos se los alentó a involucrarse en temas sociales y solidarios.

Algunos detalles

  • Ausente sin aviso

Recién cuando llegaron a la Catedral, los jóvenes se enteraron que no contarían con la compañía de monseñor, Jorge Lozano. José Cardozo, sacerdote de la Pastoral de Juventud, anunció que el obispo no participaría por problemas de salud.

  • Ambientalistas

Para mantener la limpieza en las calles, voluntarios de Misión Buen Ambiente, programa de la Secretaría de Ambiente, se apostaron en distintos puntos del recorrido con bolsas azules para que los caminantes depositaran los residuos.

  • Servicios extras

En el Camping de San Martín, donde se paró para almorzar, se vendió viandas de sánguche, agua saborizada y una fruta por $50 para quienes no llevaron almuerzo. En Ceferino Namuncurá hubo colectivos para el regreso. El pasaje costó $30.

  • Regalos incluidos

Todos los jóvenes que peregrinaron hasta Ceferino Namuncurá participaron de un sorteo. Para participar sólo tuvieron que mandar un mensaje a un numeró telefónico con su nombre, apellido y lugar de procedencia. El sorteo se hizo tras la misa.