Compenetrados, con la cara cruzada por rayas azules y rojas, trazaban cada pincelada como si de ella dependiera su destino. No les importaba tener buzos y pantalones manchados, rodillas llenas de tierra o estar tostándose sin querer con el Sol y el aire frío del mediodía. Pintaban sus propios diseños, liberados, entrecerrando los ojos y mordiéndose algunos la lengua. Con los minutos, les iban dando forma a los murales que estaban creando sobre el cerramiento que tiene la plaza Centenario, de Villa Krause, mientras adentro una empresa modifica la estructura del espacio verde. Eran chicos de los 10 colegios privados de Rawson que, invitados por el municipio, fueron a la primera de las cuatro jornadas que habrá para convertir esas paredes marrones de madera en imágenes patrias, cuando aún resuenan los himnos del Bicentenario.
"Este lugar, que es el más importante de Villa Krause, quedaba muy feo y oscuro con la plaza cerrada. Por eso decidimos invitar a los chicos de todas las escuelas rawsinas para que pinten murales alusivos a las fechas patrias", dijo ayer el intendente Gustavo Rojas mientras, a sugerencia de algunos alumnos, se animaba a plasmar sus propios trazos celestes en una de las pinturas.
El motivo ayer era la Revolución de Mayo. Luego, en tres fechas distintas, los murales deberán referirse a la Bandera Nacional, al Día de la Independencia y, por último, a los próceres sanjuaninos. Cada una de esas consignas ocupará una cuadra de paredón. Y ayer todo sucedía sobre Avenida España, donde los alumnos hacían sus propios diseños: soles que atraviesan cadenas rotas, banderas hechas con manos, escarapelas que entrelazan personas, cabildos de 1810 y de 2010, personajes infantiles modernos vestidos a la moda colonial.
Como esos paneles deberán ser retirados de allí en octubre próximo, cuando esté lista la plaza, la idea por ahora es que cada escuela se lleve los murales que haya hecho. Mientras tanto, para que esta actividad no interfiera con las clases, se decidió hacerlo bajo la modalidad de intercambio de tareas: aunque es afuera de la escuela, se considera una actividad curricular. Cada colegio eligió un curso para que fuera a pintar, y el municipio puso 100 litros de látex en colores primarios, blanco y negro, además de todos los pinceles, rodillos, tachos, estopa y tablones.