Tapados por la espuma, los chicos esperaron ansiosos el comienzo del carrusel. Lo hicieron sentados sobre el asfalto que, a la medianoche, aún conservaba el calor de la siesta. Hasta la segunda bomba de estruendo se mantuvieron en calma, sólo correteando de vez en cuando para echarle nieve a las nenas que vendían caretas entre la gente. Pero cuando sonó la tercera, que marcó el inicio del corso, se desató la locura. Los chicos del público desafiaron la autoridad y el peligro con tal de no perderse ningún detalle del desfile de carruajes, murgas y comparsas que tuvo lugar la madrugada de ayer, durante la primera noche de carrusel del Carnaval por Siempre en Chimbas.
A los diez minutos de iniciado el carrusel, los efectivos policiales bajaron los brazos. Ningún gesto ni frase sirvió para que los niños se mantuvieran a la orilla de la calle Mancini, sin interponerse en el paso de los danzantes. Querían ver de cerca la destreza de los chicos de entre 2 y 10 años para tocar los redoblantes o para mover las caderas al son de la batucada, aunque eso significara perderse. En el lapso de 15 minutos, cuatro niños de entre cuatro y cinco años subieron llorando al escenario por haberse extraviado, después de acompañar por algunos metros a los bailarines. Otros prefirieron buscar un sitio preferencial para ver el desfile. Los que se quedaron sin lugar en la copa de los árboles se treparon a los techos de las casas, desde donde también pudieron arrojar nieve a discreción. Los danzantes tuvieron que detener su marcha varias veces para limpiarse la cara con remeras, gamuzas o cualquier trapo que les acercaban. Pero la fiesta no se detuvo.
Durante más de tres horas las calles del barrio Los Pinos se vistieron de color y ritmo, ante un público entusiasta de más de 60.000 personas (según el conteo de la Policía), que premió con aplausos y gritos el paso de cada agrupación. Sobre todo de aquellas en las que los tutús no alcanzaron a cubrir los pañales de las bailarinas, o de las que parte de sus integrantes terminaron el desfile en brazos de sus madres, vencidos por el sueño.
La XIV edición del Carnaval por Siempre en Chimbas continuará el próximo viernes y sábado, a las 22, con el carrusel por calle Mendoza entre Centenario y Santa María de Oro. Y el sábado participará como invitada especial la famosa murguera de Gualeguaychú, Evangelina Carrozo.