Estaba todo organizado para el desfile canino, con música mo
derna de fondo y una alfombra roja rodeada de público, en el
medio de la peatonal. Pero los perros, que lucieron distintos
modelos, se adueñaron del espacio y con su tradicional gracia
hicieron lo que quisieron. Unos caminaban, otros corrían y pasa
ban por la orilla de la alfombra tirando con fuerza la cuerda que
los unía a sus dueños. Y hasta hubo algunos que se sentaron en
medio de la pasarela y miraron con atención a la gente. Así, con
su espontaneidad, las mascotas se ganaron al público que, en re
compensa, los llenó de halagos y cariño en el Día del Animal.
En uno de los extremos de la alfombra, un grupo de mujeres trabajaba sin parar. Ellas integran Chocos Argentinos, que crea indumentaria para animales y trabaja junto a otros organismos para concientizar sobre la tenencia responsable de mascotas. Lo que hacían era vestir a los 8 perros modelos y cambiarlos una y otra vez. Los animales lucieron diseños de la temporada otoño-invierno con rayas, cuadros o animal print; a los que se sumaban volados, corbatas y hasta gorras. Mientras, los flashes de cámaras de fotos y celulares del público los apuntaban desde todos lados.
Pero los 5 minutos de mayor fama para los animales llegó cuando aparecieron disfrazados, interpretando a otros animales. Vestidos de lagartija, araña, mariposa y conejo, los perritos despertaron la mayor cantidad de “¡Ahhhh…!” y terminaron de causar simpatía en quienes los miraban. Así, los protagonistas de cuatro patas captaron de tal manera al público que hasta hubo quienes preguntaron sus nombres para llamarlos y poder hacerles caricias. Mientras, los niños que estaban observando el espectáculo no pudieron resistir la tentación y se acercaron a la pasarela para jugar un rato con las mascotas en su día.

