Muchos juegos. En las piletas los juegos con pelotas fueron moneda corriente en ambos campings. En San Martín hubo muchas familias que jugaron sin parar dentro del agua.
 

El verano arrancó caliente en San Juan y eso motivó a que algunas familias buscaran un lugar para refrescarse. Así fue que el Camping de la Villa Observatorio, de Chimbas, y el Camping Municipal de San Martín se volvieron dos puntos de encuentro. En estos dos campings el inicio de la temporada estival fue tranquilo, pues no hubo mucho movimiento y los primeros chapuzones fueron un poco tímidos.

Pasadas las 13, las primeras familias o grupos de amigos llegaron a los campings. Sin embargo hubo algunos que recién empezaron a hacer los asados después de las 15.

Y mientras, los adultos aprovecharon para descansar en reposeras, bajo la sombra de algunos árboles los más chicos se acercaron tímidamente a las piletas. Los primeros en llegar se mojaron los pies con cuidado, por miedo a que el agua estuviera fría.

"Es la primera vez que nos metemos a la pileta desde que hace calor", dijo Rosario Balmaceda, una nena que disfrutó junto a sus hermanos en Chimbas.

"El camping en muy nuevo y la gente está empezando a conocerlo. Cada día sumamos algunos visitantes", dijo uno de los encargados del camping chimbero y comentó que por eso el movimiento era bajo y todo estaba bastante tranquilo.

Este nuevo espacio abrió sus puertas el miércoles pasado, después de estar cerrado y abandonado cerca de 20 años. "Cuando entramos no podíamos creer lo lindo que está el lugar. Estamos felices de tener algo así cerca. A los niños les encanta la pileta y a nosotros disfrutar de la naturaleza", dijo Marta Sarmiento, una vecina de Chimbas.

En San Martín pasó algo muy similar. Cuando abrieron las puertas hubo pocas personas que llegaron al lugar, sin embargo con el paso de las horas los espacios verdes, las nuevas mesas y bancos y los parrilleros comenzaron a llenarse de gente. "Nos gusta cuando hay pocas personas porque podemos disfrutar con más tranquilidad de la pileta y de los demás espacios", dijo una mujer que llegó con dos amigas y 6 chicos. Al igual que ella, Caterina Moreira, una joven de San Martín, comentó que era el primer día que iban al camping y que aún no se animaba a meterse al agua. "Preferimos estar tranquilas tomando mates y disfrutando de la calma que hay en el camping", dijo Tamara Aguirre, otra jovencita del departamento.

Si bien en ambos camping el movimiento fue bastante calmo, en las piletas hubo momentos de muchas risas, gritos y chapuzones. Los más pequeños fueron los que más disfrutaron del agua. Con pelotas, flotadores y sin importar la fuerza del sol, los chicos se divirtieron sin parar durante el primer día del verano.

Chapuzones. Los chicos disfrutaron de la pileta del camping de la Villa Observatorio, en Chimbas.
Infaltable. En plena siesta, algunas familias encendieron el fuego para hacer el asado en Chimbas.
Deportes. Hubo muchos grupos de amigos que aprovecharon los espacios para jugar al fútbol, al vóley y al básquet.


El costo de las entradas
 

En el camping de Chimbas los chicos de entre 6 y 15 años pagan $70, y los adultos $180. Mientras que en el camping de San Martín las entradas cuestan $70 sin derecho a pileta y $90 con derecho a pileta. Esto, para vecinos del departamento. Mientras que las personas de otras comunas deben pagar $160 y $200 con y sin derecho a pileta.


Seguridad
 

En ambos campings hubo mucha seguridad para que las familias pudieran disfrutar tranquilas. En el camping de Chimbas incluso tienen 16 cámaras de seguridad para evitar el consumo de bebidas alcohólicas, pues está totalmente prohibido.


Salud
 

El camping de Chimbas tiene un espacio destinado para que las personas se hagan la revisión médica para ingresar a la pileta. Ayer, por momentos, hubo filas para pedir el carnet que los autoriza por 15 días a disfrutar del natatorio.


Musicalizados
 

En el camping de San Martín se escuchó todo tipo de música. Hubo personas que llevaron parlantes y oyeron folclore, otros cumbia y los más jóvenes, reggaetón. Mientras que en Chimbas, sólo hubo música funcional en todo el camping.