Hace dos días llegó de Estados
Unidos la familia de
Coti, la joven que despertó
la solidaridad de los sanjuaninos
y que falleció el pasado 26 de
mayo tras un trasplante de médula
ósea. Y el regreso fue tras
cumplir uno de los pedidos de la
joven, que fue hacer cremar sus
restos. Ahora, tratarán de cumplirle
su segundo pedido: que sus
cenizas sean esparcidas en las
playas de Hawaii, una isla en el
Océano Pacífico.
Así lo dijo Gustavo Mulet, su
papá, quien habló con DIARIO DE
CUYO sobre cómo fueron los últimos
días junto a su hija. Agregó,
entre otras cosas, que siente que
‘Coti está viva en cada sanjuanino
que le ayudó".
Coti y su familia llegaron a Minnesota,
Estados Unidos, el pasado
15 de abril. Ese mismo día, internaron
a la joven en un hospital
de alta complejidad para comenzar
con las sesiones de quimio y
radioterapia, previas al trasplante
de médula ósea. Este tratamiento
duró una semana,
tiempo en el que Coti mantuvo estable
su estado de salud y su buen
humor. ‘Durante este tiempo estuvo
bien, siempre positiva y esperanzada
con la operación para
el trasplante de médula que le hicieron
el 22 de abril. Pero, a partir
de la tercera semana de internación
cambió todo. Su estado se
agravó y ella comenzó a sufrir
mucho. Fue cuando nos pidió que,
en caso de morir, la cremáramos
y que luego esparciéramos sus cenizas
en Hawaii, su lugar preferido,
que conoció hace unos años
cuando fue de vacaciones’, dijo
Mulet.
Durante todo el tiempo que Coti
permaneció internada en Estados
Unidos, sus padres y hermano
permanecieron con ella. Su ma
dre se alojó en una casa destinada
a los familiares de los pacientes
internados en el hospital donde
estuvo la joven, mientras que su
padre y hermano se hospedaron
primero en una pieza que les alquiló
una argentina que vive en
Minnesota, y luego en un departamento
que alquilaron frente a
la casa donde se hospedaba la madre,
para estar más cerca. "Pasamos
todos los días y todo el día
en el hospital con Coti. Sólo volvíamos
a dormir a nuestras respectivas
residencias. No nos queríamos
separar de ella,
especialmente cuando su salud
comenzó a empeorar’, contó Mulet.
El pasado 26 de mayo, Coti falleció
a causa de una infección. Y, tal
como lo pidió, fue cremada.
Ahora, sus restos están en San
Juan, luego de que su familia regresara
de Estados Unidos. Si
bien aún no se sabe cuándo se podrá
cumplir con el deseo de que
sus cenizas sean esparcidas en las
playas de Hawaii como lo pidió,
su padre afirmó que sí lo harán.
"Coti fue una persona muy clara y
determinada a la hora de tomar
decisiones. Y su decisión fue descansar
en Hawaii, así que le vamos
a cumplir ese último deseo.
Es lo menos que podemos hacer
por ella que nos dio tanto’, dijo
Mulet.

