�El 16 de agosto de 1815 nacía en Italia Juan Bosco, un hombre que dedicó su vida a ayudar y darle educación a los niños pobres por lo que fundó la congregación de salesianos que llegó a la provincia hace 185 años.
La vida de este santo sacerdote, también llamado Don Bosco, fue dura. De niño perdió a su padre y tuvo que trabajar en toda clase de oficios para mantener a su familia y estudiar para sacerdote.
Ordenado sacerdote en 184, y preocupado por el destino de los niños pobres, particularmente por su imposibilidad de acceso a la educación, fundó en 1842 el Oratorio de San Francisco de Sales, naciendo 10 años después la congregación de salesianos y de su rama femenina, el Instituto de Hijas de María Auxiliadora. Ambas instituciones se dedicaron a la enseñanza de los niños más necesitados.
Poco a poco los salesianos se extendieron por toda Europa y América del Sur con escuelas primarias, secundarias y para adultos. En 1930 anclaron en San Juan.
En 2 de febrero de ese año llegaron a la provincia los sacerdotes salesianos Pablo Vicari, José Fonzalato y Emilio Lenzi con la misión de instalar la congregación y de fundar una nueva institución educativa.
Ese mismo año se inauguró el Colegio Don Bosco, bajo la dirección del padre Fonzalato, hecho de caña y barro en un terreno en Desamparados, donado por Héctor Conte Grand. Al segundo año de funcionamiento ya contaba con 200 alumnos, y las instalaciones quedaron chicas.
Fue así que en 1933 se inauguró el nuevo colegio, también en un terreno donado en Trinidad, bajo la dirección de padre Antonio Garbini. Esta institución sobrevivió al terremoto de 1944 y funcionó como hospital para atender a las víctimas de esta catástrofe.
Don Bosco murió el 31 de enero de 1888, y su canonización se llevó a cabo en 1934.