Juan Ramón es hiperquinético, Agustín es un adolescente hincha de Colón Junior y Angel dice que es un ex policía. Son algunos de los cuidamotos que trabajan en los estacionamientos exclusivos de estos vehículos, habilitados por la Municipalidad de la Capital en pleno centro. Según informaron desde la comuna, tras correrlos durante un tiempo porque no es una actividad regulada, dejaron que volvieran a vigilar las motos por pedido de los empleados de comercio, que buscaban un freno al robo de motos.

‘Cuando comenzamos a habilitar zonas de estacionamiento permitido para motos, no dejamos que se acercara nadie a cuidarlas. Pero con el tiempo, en esos lugares hubo muchos robos y entonces nos vinieron a ver los empleados de comercio. Nos pidieron que dejáramos trabajar a los trapitos, que así se iban a sentir más seguros‘, dijo Luis González, director de Tránsito y Transporte del municipio capitalino. Pero aclaró que ‘no dejamos que cobren un monto fijo, trabajan a voluntad y si la gente no quiere pagar, no tiene por qué hacerlo‘.

Por calle Rivadavia, frente a la Plaza 25 de Mayo, Juan Ramón Vera va de una punta a la otra en el estacionamiento. Esa zona es una de las más usadas, por lo que a veces se arma una doble fila de vehículos estacionados. ‘Yo me encargo de mover las motos, de que no siempre haya lugar. La gente ya me conoce y me deja hasta los cascos para cuidar‘, dijo.

Otro que también tiene una cuadra agitada es Angel Figueroa, en Tucumán entre Central y Mitre. ‘Yo vengo en la mañana y en la tarde y en esta cuadra no paro en ningún momento, porque a cada rato entran y salen motos. Yo soy un ex policía y la gente se siente segura de que le esté mirando la moto mientras trabaja o va a hacer algún trámite‘, contó Angel.

Agustín es un flaquito que dijo que un día vio que nadie cuidaba motos en Entre Ríos, entre Central y Rivadavia, y que entonces empezó a trabajar ahí. ‘Yo vengo por las mañanas y por la tarde viene un amigo. Se cobra a voluntad, lo que la gente quiera dar‘, dijo el joven.

‘A diferencia de lo que pasó con los lavacoches en su momento, no hemos tenido problemas con los cuidamotos, salvo algunas quejas aisladas porque algunos quisieron poner una tarifa fija. Ellos ya saben que si la gente se queja, van a perder porque los vamos a correr ’, señaló González.