Muy pocos saben que el funcionario provincial Juan Pablo Teja Godoy, coordinador del Parque Ischigualasto, tipo serio y derechito si los hay, anduvo haciéndose pasar por dinosaurio. Y encima, lo disfrutó. Hasta lo coronó con un “hacía mucho que no me divertía tanto”. Se metió en un traje inflable de dino, esos que se hicieron famosos en los videos de los youtubers yanquis del momento; esperó que el asesor Letrado del parque, Gustavo Martín, se enfundara en otro disfraz igual; y ambos hombres de gobierno salieron a la Ignacio de la Roza a retozar como niños en pelotero, a los saltitos, escudados en su repentino anonimato para pasear y jugar y dejar a transeúntes y conductores sanjuaninos con la boca abierta. En ese momento nacía una leyenda: los dinosaurios locos, los que serán inextinguibles de puro queribles nomás. Era el primer testeo de los flamantes trajes traídos de EEUU con los que Ischigualasto se metió como un misil en las redes sociales e hizo explotar la afluencia turística. Los dinos son seis. Primero consiguieron esos dos, tras dos meses de gestiones y espera porque importarlos es un dolor de cabeza. El jefe de Compras del parque, Martín Mallea, fue el ideólogo. Le mostró en su celu un video de Youtube en los que una manada de dinosaurios inflables corría entre la gente y todos estallaban de risa. “Tenemos que comprar esto”, dijo, determinado. Intuía que cambiarle el perfil a la promoción turística con ese toque divertido iba a ser un acierto. Teja Godoy lo escuchó, volvió a mirar el video y la respuesta fue terminante: “Me encantó”. Lo que siguió, luego de aquella experiencia piloto en la Avenida Central, fue literalmente una locura.

“El traje se infla y se cierra herméticamente. Trae una batería y un cooler, para enfriar. Cuando te lo ponés, te cocinas igual”.  Juan Pablo Teja Godoy – Coordinador de Ischigualasto

Pusieron toda la carne (o plástico) en el asador para Semana Santa. A esa altura ya habían podido comprar los seis trajes que tienen actualmente, y se dividieron en dos equipos. El primero, tres dinos en la Ciudad, en la zona del Teatro del Bicentenario y del Centro Cívico, haciendo monerías entre la gente para atraerlos hacia el Valle de la Luna. El segundo, los otros tres en el parque mismo. Se metían entre los turistas, corrían, se trepaban a las camionetas y ponían todo patas para arriba. En los videos promocionales que aún están subidos a las redes se puede ver escenas como uno de los dinos haciendo equilibrio en la caja de una Renault Oroch, y también un dino manejando un cuatriciclo como un pintoresco piloto triásico. En ambos casos, y el público a esto no lo sabe, también fue el coordinador Teja Godoy quien estaba adentro del disfraz. La estrategia fue tan novedosa como exitosa. Contra los 4.600 visitantes que había tenido el parque en la Semana Santa 2023, esta vez la cifra saltó a 6.500, un 40% más. Y tuvieron que agregar caravanas al itinerario habitual para no dejar gente afuera. Conscientes del triunfo, las autoridades mudaron entonces toda la parafernalia a la carpa gigante del Ironman 70.3 que se disputó hace apenas una semana. Semejante vidriera internacional no podía ser desaprovechada. Hasta allí llegaron los dinos inflables, divirtieron a los atletas, portaron carteles de promoción y fueron tan estrellas como los ganadores. Desde el gobernador Orrego hasta el último familiar de los competidores se llevaron su foto. Con estos antecedentes, los seis dinosaurios inflables están en la cresta de la ola. Ya hay una grilla de nuevas actuaciones y videos para las redes. Teja Godoy sabe de la inercia que esto generó y quiere sacarle todo el provecho posible. “Hay muchas cosas que están buenísimas, pero la gente no ama lo que no conoce -sentencia el funcionario-. Tenemos que salir a dar a conocer. Las redes son estratégicas para eso, y los trajes terminaron siendo una idea excelente para ese mensaje”.

 

El precio

Cada traje de dinosaurio le costó al parque menos de $200.000. Se los compraron a un proveedor de Buenos Aires, que los importó de los Estados Unidos luego de meses de estar anotado en una lista de espera, ya que allá son muy demandados, precisaron. Estiman que por la calidad del plástico tengan larga vida útil que permita seguir con las acciones de promoción como las que hasta ahora encararon las autoridades.