Son estudiantes universitarios, pero no dudan en dejar sus libros a un lado e incluso ocupan parte de sus vacaciones en tareas solidarias. Pasan todo el año recolectando materiales y dinero para poder viajar y durante 10 días se convierten en albañiles, electricistas y hasta en obreros de manera voluntaria y reparan escuelas, iglesias y plazas de distintos poblados del país. En San Juan son unos 15 estudiantes de distintas carreras y universidades los que forman parte de la Asociación Universitarios para el Desarrollo. Es un proyecto conjunto de docentes, estudiantes y profesionales de todo el país que organizan actividades solidarias en distintas provincias. Ahora están preparando un viaje a La Viña, en Salta, para enero de 2015.
“Siempre supe que quería hacer algo, pero nunca encontré el espacio, hasta que conocí esta asociación”, dijo Santiago Rómoli, que acaba de recibirse de ingeniero Químico. Francisco Noguera, que está en 4to año de Medicina en la UCCuyo es otro voluntario. “Lo bueno es que se trata de una ayuda concreta, práctica”, dijo Francisco, quien aseguró que en uno de los viajes aprendió hasta a hacer una instalación eléctrica escolar.
Los jóvenes llegan a sitios carenciados y realizan mejoras edilicias en plazas, escuelas, iglesias y hasta centros de jubilados. “No somos los que sólo llevan donaciones. La misión pasa por el trabajo manual. Nos convertimos en obreros”, dijo Santiago.
Esta ONG llegó a San Juan en 2006, pero en el país lleva más de 20 años. En ese momento eran 5 los universitarios que participaban y hoy son 15. Entre los destinos elegidos para realizar tareas, esta organización, tiene en la grilla a San Juan. Tan es así que los sanjuaninos conocieron la actividad cuando llegaron universitarios de todo el país a Valle Fértil, hace unos 8 años.
Al viaje anual y cuyo destino es elegido por la sede central de la organización, en Buenos Aires, se suman viajes solidarios y actividades de un día. En San Juan, los universitarios destinan los sábados para ir a hospitales.
La próxima misión será en el pueblo salteño de La Viña. A los sanjuaninos se sumarán 75 universitarios de todo el país. Los estudiantes tienen que solventarse el viaje. Entre alojamiento (van a las escuelas) y comida estiman gastar unos 1.200 pesos por cabeza y están tramitando descuento en los pasajes.
Para estos voluntarios los días son intensos. Una jornada de trabajo comienza a las 7 y sólo paran para almorzar. “No se trata de un viaje de estudios. Vamos a trabajar y son tareas que requieren esfuerzo físico. Pero esto no descarta que por las noches juguemos al fútbol”, contó Santiago. Mientras que Francisco dijo que “se traba lazos de amistad con otros universitarios”.
Ahora están reuniendo el material que deben llevar a Salta, porque además de la mano de obra, tienen que aportar desde el cemento, hierro hasta las herramientas.
Quienes deseen colaborar pueden concurrir a la sede que está en calle 25 de Mayo 542 Oeste.
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