Primero estuvieron las vías del ferrocarril y luego quedó como un baldío abandonado. Pero con la voluntad de algunos vecinos, en el lugar plantaron algunos árboles e hicieron un veredín. Al tiempo la municipalidad colocó unos bancos y el espacio tomó forma de plazoleta.

Pero lentamente el lugar se envolvió en las sombras y volvió a apagarse, hace 12 años. Sin embargo, un grupo de vecinos se reorganizó recientemente y su primera apuesta fue recuperar la plazoleta Humberto Correa, en la calle Brasil de Villa del Carril, Capital. Y ya el lugar luce sectores de verde césped, pintaron los bancos e iniciaron la forestación plantando árboles y flores, que son regados por una vecina.

La plazoleta es una especie de triángulo que nace en Brasil y Segundino Navarro y pertenece a la Unión Vecinal Pedro de Valdivia (una de las 8 que hay en Villa del Carril). Si bien el lugar tenía algunas moras que una vecina donó hace un tiempo, faltaban más árboles.

Por eso la vecinal le pidió ayuda a la Dirección de Arbolado Público de la Secretaría de Ambiente, que les donó sauces eléctricos, acacias y ceibos. Y la encargada de regarlos es una vecina que vive justo frente a la plazoleta, quien todos los días se toma el trabajo de cruzar la calle, balde en mano. ‘Me ofrecí porque soy parte del barrio y porque me gusta que se vea lindo. Dentro de unos años quiero ver los árboles grandotes y sentir que los ayudé a crecer’, contó Victoria Fiorito.

Los vecinos también pintaron los bancos con distintos colores y al veredín central le hicieron un delicado borde formado por pequeñas piedras, siempre en los ratos libres y muchas veces gastando plata de sus bolsillos. La gruta, en tanto, fue construida también por los vecinos y uno de ellos trajo la imagen de San Cayetano desde Buenos Aires. Fue Ignacio Centeno, quien nació hace 86 años en Villa del Carril, y prometió que si superaba un problema personal, donaba la imagen.

Por otro lado, de la mano de la presidente de la vecinal, Luisa de Muñoz, consiguieron que desde el Plan Argentina Trabaja hicieran un veredín que protege al lugar del tránsito de la calle Nuche. ‘Ahora también nos está dando una mano la municipalidad, que además nos prometió poner juegos para los niños y unos guardarrail para cuidar a los chicos de los autos. La idea es que pase lo que pase, no abandonemos más la plazoleta’, dijo Mercedes Guerrero.