En su primera predicación del Corpus Christi monseñor Jorge Lozano saludó a los sanjuaninos  y  tuvo un fuerte mensaje de unidad.

“Gracias de corazón a todos: los sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosos y religiosas, consagradas, los catequistas, ministros extraordinarios de la comunión, docentes, monaguillos, miembros de los diversos movimientos y asociaciones. Sepan que cuento con ustedes. Me siento abrazado y bendecido por todos”, dijo durante la homilía. 

“Me iluminan y estimulan las palabras de Francisco: ‘El obispo siempre debe fomentar la comunión misionera en su Iglesia diocesana siguiendo el ideal de las primeras comunidades cristianas, donde los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma (cf. Hch 4,32). Para eso, a veces estará delante para indicar el camino y cuidar la esperanza del pueblo, otras veces estará simplemente en medio de todos con su cercanía sencilla y misericordiosa, y en ocasiones deberá caminar detrás del pueblo para ayudar a los rezagados y, sobre todo, porque el rebaño mismo tiene su olfato para encontrar nuevos caminos´”, agregó.


“En la Iglesia necesitamos de todos, no sobra nadie. Estoy para servirles, y eso me provoca una gran alegría. Cuenten conmigo”, concluyó.