Fieles y disidentes peronistas se han puesto a discutir ayer quién heredará el liderazgo político de Néstor Kirchner en medio de los funerales del ex mandatario. Cristina ha recibido significativas muestras de lealtad mientras que los peronistas disidentes toman nota de la reacción de la gente. El debate por la sucesión de Kirchner se desató a raíz de que el canciller, Héctor Timerman, dio por “seguro” que Fernández será la candidata oficialista en las elecciones presidenciales de 2011, postulación para la que se preparaba su marido cuando lo sorprendió la muerte por un ataque cardíaco, el miércoles pasado. Las declaraciones de Timerman resultaron “inoportunas” para el senador Daniel Filmus, una de las espadas de los Kirchner en el Parlamento, para quien Fernández “tiene la fortaleza” para seguir adelante con el proyecto de su marido, pero ahora “hay que cuidarla y apoyarla”. Con la muerte de Kirchner, el liderazgo del PJ quedó formalmente en manos de su vicepresidente, el gobernador bonaerense Daniel Scioli, quien de inmediato puso el cargo a disposición de Fernández.
