Hombre náutico

El físico estadounidense George Smith se graduó en 1959 en la Universidad de Chicago con una disertación de tres páginas -“muy corta pero bastante buena”, dice-, y trabajó en los Laboratorios Bell, donde creó con Willard Boyle, con quien comparte la pasión por la náutica, los sensores que ayer les valieron el Premio Nobel de Física.

Smith, de 79 años, nació en 1930 en White Plains, estado de Nueva York, y tras servir en la Marina estudió matemática, pero se volcó rápidamente a la física.

Piloto de guerra

El científico Willard Boyle, de 85 años y jubilado, está apasionado ahora con la fotografía: pasa las tomas a la computadora y les cambia formas y colores, lo que considera “un buen ejercicio” para su cerebro y un inicio “en las estructuras abstractas”.

Boyle nació en 1924 en Amherst, Canadá, fue piloto durante la Segunda Guerra Mundial -debió abandonar la Marina porque se mareaba a bordo-, en 1950 se graduó en la Universidad McGill de Montreal y participó un tiempo en el programa Apollo de la NASA.

Nacido en Shangai

El otro de los ganadores, Charles Kao, nació en Shangai y tiene ciudadanía británica y estadounidense. Ganó la mitad del premio de un millón y medio de dólares anunciado ayer por la investigación que llevó a un histórico avance en fibra óptica, al determinar cómo transmitir la luz a través de distancias largas. El resto lo repartirán en partes iguales los otros dos científicos.

Charles Kao es un físico de la Standard Telecommunication Laboratories de Harlow y de la Universidad China de Hong Kong.