¿Quién no cantó en su infancia El reino del revés, Manuelita la tortuga, El twist del Mono Liso o La reina Batata? No debe haber argentino que no haya tarareado estos clásicos infantiles, razón más que suficiente para incluir a su autora en la Fiesta del Sol.

María Elena Walsh nació en el barrio de Ramos Mejía, en 1930. Fue criada en un gran caserón, con patios, gallinero, rosales, gatos, limoneros, naranjos y una higuera. Muchos dicen que su infancia en un ambiente de mayor libertad respecto de la tradicional educación de clase media de la época, fue la razón para que se desarrollara la gran escritora. Tímida y rebelde, fue precoz en lo suyo: publicó su primer poema a los 15 años en la revista +El Hogar+ y un año antes de terminar la escuela secundaria editó su primer libro (en 1947), +Otoño imperdonable+, que recibió el segundo premio Municipal de Poesía y fue alabado por la crítica y por los más importantes escritores hispanoamericanos. A partir de allí su vida dio un vuelco: empezó a frecuentar círculos literarios y universitarios. En los años ’50 se autoexilió en París, junto con Leda Valladares, con quién formó un dúo que llevó el cancionero folclórico y popular a distintas ciudades europeas.

Dejó como legado 22 discos, 16 libros para niños, 15 libros para adultos y una película (guión y rol protagónico). Sin embargo, más que el volumen de su obra es importante su carácter innovador. María Elena Walsh incursionó en géneros que hasta su momento eran considerados de segundo orden la literatura infantil y la canción popular y los convirtió en un vehículo de reflexión que, a través del humor y la poesía, cuestionó el orden existente y sus presupuestos. Falleció a los 80 años, en enero de 2011, víctima de una larga enfermedad.