Afecta muy directamente en la deserción escolar la falta de contensión de la familia, el desinterés de los chicos en estudiar debido a un futuro desdibujado y hasta la influencia de los medios de comunicación.

La familia, al criar a los hijos va diciendo el proyecto a futuro y muy pegado a esto están los padres. Algunos padres padecen de la situación económica y tienen la necesidad de trabajar más. Antes salía el papá y ahora también sale la mamá. En simultáneo, repercute la falta de interés de niños y adolescentes que viven un vacío, que impacta sobre todo al despertar de la pubertad, en los 12 y 13 años, donde evolutivamente tienen muchos cambios. Terminan viendo un futuro incierto. Analizan esto de estudiar a largo plazo y no se ven como proyectados en su profesión, trabajando. Así, disminuye el interés en educarse y aparece la desorganización en su vida personal, casi sin controles y sus únicos intereses se concentran en grupos sociales y salidas.

Otro factor que influye son los medios de comunicación social, internet y tv, que no reflejan incentivos para terminar de estudiar sino un sentido más lúdico y hasta fantaseoso respecto de la realidad.