A los cinco años de edad, su primer encuentro con la música en su vida fue con un teclado de juguete. Pasaron los años y de niña entró al Centro Coral Preparatorio de Niños de la UNSJ. Estuvo un tiempo estudiando Violoncello, pero no resultó. Hasta que a los 12 agarró el piano y desde ese momento, no lo soltó más. Bach, Beethoven, Shuman, Chopin y varios compositores de la música universal forman parte de su vida cotidiana. Son constantes los viajes y cursos para perfeccionarse. Aunque le gusta escuchar de todo un poco, hasta da clases para niños con obras infantiles. Se encuentra en plena carrera para incrementar su repertorio musical.