�’Se han olvidado de nosotros’, dijo Lucía Ortiz, una vecina de los Murúa. Es que, en el mismo asentamiento, al menos 10 casas quedaron sin techo o con las paredes rotas luego de las lluvias. Algunas familias están evacuadas en las escuelas, mientras que otras siguen en los ranchitos ya que tienen miedo de que les roben las pocas cosas que poseen o temen que les usurpen los terrenos. Los vecinos dijeron que desde el municipio sólo les llevaron tierra.