La Municipalidad de Jáchal comenzó ayer a realizar el relevamiento de todas las pérdidas que provocaron los incendios, producto del viento Zonda, en la localidad de San Roque. En una primera instancia se dijo que el fuego acabó con la vida de unos 30 animales, corrales y varias hectáreas de pastizales. Pero desde el área de Producción de la comuna están evaluando además quiénes son los afectados de manera indirecta por el incendio más grande, que empezó el sábado pasado y pudo ser controlado recién doce horas después. Estos animales muertos se suman a los caballos de Albardón, que también fueron víctimas de un incendio por el viento Zonda el viernes pasado.
Fueron tres familias las más afectadas por el incendio en la localidad jachallera. El fuego empezó por la mañana. Todavía no se sabe la causa, pero el viento Zonda ayudó a que se propagara rápidamente, según dijo Cristian Romero, director de Producción del municipio jachallero. Para apagarlo hizo falta la colaboración de la Policía, de los vecinos y hasta de los trabajadores del municipio. El siniestro ocurrió al oeste de la ruta 40 que va a Jáchal y que atraviesa el poblado de San Roque.
El fuego mató 7 caballos y más de 25 ovejas y cabras que estaban en los corrales. Romero dijo que estos animales son el único recurso económico que tenían las familias para subsistir. La quema de pastizales también fue importante. Aunque todavía no calculan la extensión de tierra dañada, el funcionario dijo que muchas personas se vieron afectadas porque la mayoría de los pobladores de San Roque se dedica a la cría de animales, que ahora no tienen qué comer. Es por eso que en los próximos días presentará un informe con las pérdidas al Gobierno de la provincia, para solicitar asistencia a los damnificados.
El fuego no llegó a alcanzar ninguna vivienda. La única construcción que se destruyó fue la proveeduría del camping de Agua Negra, que está en la ladera del Cerro Viejo. Según contó Romero, afortunadamente en el lugar no había nadie, ya que los encargados sólo se quedan allí en época de verano. La llamas también transformaron en cenizas la mayor parte de los quinchos que había en el lugar y que habían sido construidos recientemente.

