Nada quedó postergado. Ni la maternidad impidió que pudiera cumplir el sueño de ser independiente, trabajadora y profesional. Luciana López tiene 26 años y a pesar de que fue mamá muy joven, se siente realizada. Está terminando su tesis de la Licenciatura en Geofísica, tiene un contrato laboral en el Instituto Provincial de Prevención Sísmica y se considera una buena madre.
Thiago, su hijo, llegó cuando ella tenía 20 años. Pero su sueño de ser una mujer especializada en lo que más le gusta, la Tierra, no se vio truncado. Se esforzó al máximo y lo logró.
+Cuando me enteré que estaba embarazada le metí pata al estudio. Estaba en segundo año de la carrera y gracias al apoyo que me dio mi familia y la de mi marido, ahora estoy en la etapa final y ya trabajando de Geofísica+, dijo Luciana. Contó que durante el embarazo rindió 1 materia por mes y de esa manera ganó tiempo. Es que sabía que ser madre se volvería una tarea demandante. Sin embargo, siempre se las ingenió.
"Cuando Thiago nació estudiaba con él en brazos o cuando se dormía", contó. A la vez, comenzó a trabajar en una ayudantía en la Facultad de Ciencias Exactas, de la UNSJ. "Desde ese momento mi vida es atareada. Todos los días estoy entre el trabajo, el estudio y mi hijo", dijo entre risas y contó que, a pesar de que hay veces que está agotada, el poder desempeñar su profesión le da fuerzas para seguir.
Al ser madre, Luciana tuvo que postergar muchas cosas para poder terminar su carrera, que si bien tiene pocas materias en relación a otras (tiene 28 materias), es muy pesada a nivel de estudio. Una de las actividades que dejó fue el deporte. Ella practicaba hockey sobre césped. "Pero, no me arrepiento porque puedo trabajar de lo que más me gusta y a la vez dedicarle el tiempo que necesita mi hijo", dijo.