Roberto Basualdo empezó muy joven a dedicarse al comercio. Agradece que su padre le dejó un pequeño capital y los contactos con los proveedores, que le hicieron el camino más fácil para llegar a facturar, años después, hasta 70 millones de dólares al mes. ¿Cómo lo hizo? "Cuándo empecé, el primer local lo abrí en Mendoza. Era un lugar muy chiquito y, para no gastar dinero, dormía en el mismo lugar donde alquilaba. En Córdoba también dormía en el comercio y después me iba a bañar con mi toalla y mi ropita a la terminal de colectivos. Le daba unas monedas a la persona que cuidaba y me bañaba sin problemas", asegura con orgullo.
