Aunque en una época no muy lejana el hospital de Media Agua fue un centro bien equipado donde iban a parir todas las mujeres de la zona, hoy la mayoría de los partos se derivan al Rawson. "Sólo atendemos a los que vienen asomando la cabecita, por decirlo así", grafica uno de los médicos más antiguos del centro, Oscar Carelli. "Si hay tiempo, derivamos a las madres a la ciudad, porque aquí la sala de partos es mínima", dice. El quirófano no funciona y las 16 camas que tiene el hospital están ociosas. Pero, con todo, es uno de los que mejor están: hay pediatra y clínico, 2 guardias de ginecología, laboratorio y rayos X. También hay un odontólogo que atiende de mañana, cardiólogo 3 veces por semana, y traumatólogo y oftalmólogo, 1 vez por semana. "Para que un hospital funcione como tal, se necesita cirujanos, anestesistas, sangre. No se trata de equipar un quirófano y nada más. Si no, aunque tenga el nombre, no es un hospital", concluyó Carelli.