Los adolescentes dominaron desde la altura del escenario hasta los stands ubicados sobre el asfalto. Y todo ese espacio estuvo cruzado por una constante: la expresión artística como vehículo para el ejercicio de la memoria. Con rock, intervenciones urbanas, banderas y pintadas, más de 1.000 jóvenes recordaron a los estudiantes secundarios que fueron secuestrados y asesinados por la dictadura el 16 de septiembre de 1976 en Buenos Aires, hecho que quedó inmortalizado bajo el nombre de La Noche de los Lápices y que motiva esa efemérides como el Día Nacional de la Juventud.

Por eso hubo tantas referencias a la militancia política, a la necesidad de los debates y a la lucha por los valores, algo que quedó de manifiesto en los "trapos" de las distintas escuelas, y en los mensajes de las bandas que tocaron. Y todo fue en el marco de la celebración organizada por el Ministerio de Desarrollo Humano provincial.