La falta de gente para la cosecha de uva y aceituna, por una razón u otra, está complicando a los productores desde hace unas 3 o 4 temporadas. Primero argumentaron que los planes sociales, en particular la Asignación Universal por Hijo, alejó a la gente de las fincas. Otros apuntaron a los "duros” controles de AFIP o Trabajo que mermó la cantidad de cosechadores, pero la puesta en marcha del Convenio de Corresponsabilidad Gremial facilitó el "blanqueo” y casi que echó por tierra este elemento. Pero desde la parte gremial son claros: "Si brindaran mejores condiciones de trabajo y mejores sueldos, las fincas estarían atestadas de gente”.
Por otra parte, los productores -principalmente vitivinícolas y olivícolas- extienden la cosecha a fechas en las que antes no quedaba un solo fruto en las plantas, o se valen -cada vez más- de mecanizar esa tarea para cumplir con los compromisos.
