En el primer encuentro formal de Arancedo con la Presidenta en noviembre pasado, la Iglesia destacó que se haya abierto un canal de ‘diálogo con el Gobierno, aunque después no hubo otro contacto formal. El propio Arancedo dijo entonces que ‘la relación de la Iglesia y el Gobierno tiene que moverse en esa sana autonomía y también cooperación en el bien común‘, y aclaró que la opinión de la Iglesia no responde a ‘una óptica político-partidaria opositora u oficialista‘. Sin embargo, el último documento crítico de los obispos cayó muy mal en la Casa Rosada. Uno de los puntos que más enojó fue ‘la intromisión partidaria en las escuelas’, en referencia a las distintas tareas que realiza en las escuelas ‘La Cámpora’.