De la "Mona Gimenez" a Mercedes Sosa, pasando por Ricardo Montaner para llegar a Micke Jagger. De fondo, la imagen del salón principal del Titanic. Sin un segundo para descansar las mandíbulas, el trío del humor, Midachi, disparó frases desopilantes, perfectamente ensambladas de las que un buen porcentaje tuvo como protagonista al gobernador José Luis Gioja, que estaba sentado en las primeras. Fue una noche fresca en la que explotó la risa de principio a fin. Un show impecable que mantuvo en vilo a unas 40.000 personas durante la segunda noche de la Fiesta Nacional del Sol.
Dady Brieva, Miguel Del Sel y el Chino Volpato subieron al escenario principal del predio y desplegaron un show en el que sobró la música, el vestuario desopilante y las bromas con doble sentido. Mucha improvisación en la que se entremezclaron lugares y nombres bien sanjuaninos como el hotel Nogaró, el boliche gay Rapsodia, y hasta le apuntaron al organizador del espectáculo, Hugo Di Bernardo. Desde que Dady hizo mención de las plantaciones de olivo que tiene el Chino en Media Agua, las aceitunas fueron el eje del guión. De diez chascarrillos, ocho iban dirigidos al gobernador. Aunque el intendente de la Capital, Marcelo Lima, también tuvo su espacio. Los humoristas pegaron en el palo e inmediatamente lograron la complicidad del público.
Visualmente, el show fue impactante y sin un bache. Aún cuando el montaje requería una delicada coordinación de la técnica con la actuación del trío. Sin embargo, el punto máximo del espectáculo fue cuando los actores se tentaron al escuchar ladrar los perros de la policía que estaban detrás del escenario. Perros que inmediatamente fueron incluidos en los bocadillos que improvisaban a cada instante. El bombero que estaba a un costado del escenario, tampoco se salvó de los chistes de Dady, cuando hizo alusión a "su manguera".
Mucha familia, mucha gente grande que se instaló en el predio varias horas antes de comenzar el espectáculo. Llegar temprano fue la clave para conseguir buena ubicación. La mayoría del público estuvo sentado y empezó a disfrutar de la música pasada las 22. Folclore, flamenco y hasta la voz de Claudia Pirán, sirvió de antesala para una noche fría que concluyó a las 4 de la madrugada del jueves. Según la organización, durante la segunda jornada de la fiesta, hubo más personas que el día de la inauguración.