Quienes este sábado por la mañana se acercaron al microcentro sanjuanino se toparon con una postal rara. Un hombre vestido de Jesús que ofrecía abrazos a todo aquel que quisiera.
Lejos de darle la espalda a la propuesta, muchos transeúntes de prendieron a la movida en una época más que especial para los católicos.
Algunos fueron más demostrativos que otros, pero en todos los casos reinó el respeto.
La personificación de Jesús estuvo muy bien lograda.