Los conflictos en la pareja constituyen en los hijos, en muchas ocasiones, un verdadero suplicio. Presenciar las interminables, agotadoras, e insoportables peleas entre los padres es difícil de sobrellevar. Los gritos y los insultos son cuestiones cotidianas. No obstante, se les advierte a los padres que se agreden con mutuo rencor, que la separación legal concluye, pero jamás debe concluir la irrenunciable e ineludible responsabilidad que ser papás implica. Así lo explica el Juez de Menores, Carlos Guido Ramírez. “Como juez de menores advierto que los padres muchas veces consideran a los hijos como un objeto más. Que son usados en la transacción, cuando en realidad constituyen verdaderos sujetos de derechos que quieren permanecer siempre neutrales en la batalla para no agrandar la desazón que significa el haber perdido ese mundo de paz, de amor y de ilusión que tenían los niños al convivir con sus padres”, enfatiza el magistrado. Ramírez dice que la Justicia en San Juan cuenta con profesionales idóneos que se encuentran en la Secretaría Social de la Corte de Justicia. Allí se cuenta con psicólogos, asistentes sociales, sacerdote, psicopedagogos. Todos pendientes para que, ante la separación de los padres, los niños puedan recibir la necesaria contención. “Como juez de un Tribunal de Menores, quiero decir que “aunque mamá y papá hayan dejado de ser esposa y marido para la ley civil, deben recordar siempre que para sus hijos, los mejores padres del mundo son ellos” y son para siempre.
