Dos cráneos y trozos de otros huesos fueron encontrados por los obreros de la Municipalidad de Iglesia, mientras movían la tierra para construir veredas en Rodeo. El hallazgo sorprendió a las autoridades del departamento y de la Dirección de Patrimonio de la provincia, quienes tras hacer un primer examen de los restos óseos determinaron que se trata de huesos humanos. La semana que viene viajará un equipo que hará un análisis más exhaustivo de los restos e intentará develar el misterio: si se trata de un hallazgo de esqueletos aborígenes o son de menos antigüedad.

El 4 de octubre pasado, los obreros tenían una jornada común, estaban moviendo la tierra con una máquina para construir las veredas en la calle Santo Domingo, justo antes del cementerio, a unos 3 kilómetros de la dependencia municipal. Pero, según comentó Alejandro Carrizo, desde Cultura de la Municipalidad, cuando la retroexcavadora hizo presión en la tierra notaron que afloraron algunos huesos, entre ellos un cráneo. A partir de ahí comenzó el misterio. Avisaron a la Municipalidad y las autoridades se comunicaron con la Policía y con los encargados de la Dirección de Patrimonio de la provincia. Eso, para evitar conflictos con las autoridades, que ya se han producido en otras oportunidades (ver aparte).

Tras el hallazgo, Teresa Michieli, encargada del Instituto de Investigaciones Arqueológicas Mariano Gambier, viajó al departamento para analizar los restos. Y confirmó que se trataba de huesos humanos. Aunque no pudo constatar si pertenecían a culturas aborígenes.

Después, los obreros continuaron con su tarea. Pero al meter la pala de la máquina volvieron a aparecer huesos, que sacaron y llevaron a la Policía. "Las tareas se reanudaron por segunda vez, pero nuevamente aparecieron huesos, entre ellos otro cráneo", comentó Carrizo. Y contó que "volvimos a dar aviso a las autoridades y, por la cantidad de huesos, decidieron que suspendiéramos las tareas y cerráramos la zona. Ellos vendrán la semana que viene para hacer una observación más profunda".

En cuanto a la posibilidad de que se trate de alguna tumba u osario aborigen, las autoridades fueron cautas. "No tenemos la certeza de que se trate de huesos aborígenes. Hay que ser cautos porque se encontraron cerca del cementerio. Además, podrían ser los restos de personas enterradas durante la última dictadura militar. Pero también hay que tener en cuenta que Iglesia tiene un patrimonio arqueológico riquísimo", comentó el director de Patrimonio, Juan Salvo.

Por su parte, Teresa Michieli contó que "viajé el 22 de octubre pasado para hacer una observación y hasta ahora lo único que pude determinar es que son huesos humanos. A veces, cuando se encuentran restos óseos de aborígenes es fácil determinarlo, porque están enterrados junto a vestigios, como vasijas o tejidos. Pero en este caso no se ha encontrado nada". Y agregó que "iremos de nuevo para hacer un examen más minucioso del lugar. No sabemos cuánto tiempo podemos demorar, porque depende del tipo de suelo, pero como mínimo trabajaremos 3 días".

Para hacer el análisis tienen que destapar el sitio cuidadosamente con una técnica especial. Cuando no hay vestigios indígenas, lo que se estudia es el modo en que el cuerpo ha sido enterrado. Por ejemplo, la cultura Angualasto, que es la que vivía en la zona, se caracterizaba por sepultar a sus muertos en posición fetal.

Así, después de las investigaciones, se podrá saber de qué época son los esqueletos. Ya que, según explicó Michieli, han encontrado huesos en muy mal estado con pocos años de antigüedad y cuerpos perfectamente conservados que tienen cientos de años.