El día que comenzó el juicio, el 3 de junio pasado, volvió a cuestionarse la seguridad en Tribunales, porque cuando Amado era trasladado a los calabozos del edificio, recibió un puñetazo de la esposa del fallecido y uno de sus hijos intentó agredirlo con una punta. El hecho fue impedido por un policía y se cometió a centímetros de un juez. Entonces la fiscal pidió a su superior reclamar a la Corte de Justicia mayor seguridad: “Trabajamos en total desprotección”, dijo Esquivel Puiggrós. Al día siguiente hubo más policías en los ingresos al edificio y mayor control de quienes ingresaban. Y más polémica, porque la policía reclama un detector de metales y modificaciones en el edificio, porque asegura que no puede palpar a cualquiera. Ayer, Amado realizó el mismo recorrido por el edificio en medio de la gente, pero rodeado de policías (foto).