Bajo una llovizna pertinaz, que fue el reflejo de lo que ocurrió a lo largo de los 506 km del recorrido total, empezaron a llegar ayer antes del mediodía al Centro Cívico, los primeros de los 72 competidores que participaron de la Posta Atlética Cruce de los Andes, en su 20ma edición. Del grupo, unos 30 participaron de la prueba por primera vez, sorteando dificultades geográficas y climáticas. Por eso, más allá de que el triunfo, por reglamento, correspondió al equipo de la Asociación Atlética de Albardón, el mérito de todos es para destacar, ya que tuvieron que enfrentarse a un temporal que comenzó en medio de la cordillera y no paró hasta que llegaron. A la falta de oxígeno provocada por la altura, que en algunos tramos superó los 4.700 metros, se sumó la lluvia y el frío. El tramo más complicado fue que el que transcurrió por el límite entre Chile y Argentina. Pero la posta que unió Rodeo con Jáchal no se quedó atrás.

En general los atletas tuvieron buen rendimiento en relación a las ediciones anteriores. Aún así 5 tuvieron que abandonar la carrera por agotamiento y por presentar síntomas de mal de altura. A lo deportivo este año se sumó lo cultural, mediante la intervención de actividades previstas por Fundación Aguaribay, organizadora de la posta.