Que los mejores Cabernet Sauvignon se dan en climas fríos o que los Malbec son exclusivos de algunas zonas top de otras provincias. La bodega boutique Merced del Estero se encargó de romper algunos de los tantos mitos que tiene el mundo del vino, al ganar en su primer año de vida el Gran Oro de la Vinandino con su Cabernet Sauvignon 2009 y luego en el Concurso Mundial de Vinos Malbec al Mundo, el año pasado, entre otros premios.
Merced del Estero empezó a construirse en 2003, con un complejo rodeado de majestuosos plátanos sobre calle Morón y en una zona que la orden católica de la Compañía de Jesús (jesuitas) había elegido en el siglo XVIII para cultivar sus viñedos. Las 12 hectáreas que tenía la familia Rodríguez con uvas criollas sufrió una reconversión, con nuevas cepas, y en 2005 Merced del Estero realizó su primera elaboración. "La bodega nació para darle sustentabilidad a la finca y desde el principio buscamos hacer vinos de calidad. Creo que ganar la Evisan con un vino de la primera elaboración y luego la Vinandino con el Cabernet Sauvignon fue algo que nos sorprendió, pero que de alguna manera también esperábamos. Con el tiempo llegó el Gran Oro con el Malbec, dos tipos de uva que se pensaba que en San Juan no podían generar vinos de calidad’, contó Carlos Augusto Rodríguez.
La bodega, de ladrillo visto y galerías con arcos que le dan un toque colonial, recibe a turistas durante todo el año y sus dueños venden sus vinos allí mismo. La producción no llega a los 100.000 kilos de uva por año y aunque tiene una vasija de 100.00 litros, elaboran unas 70 mil botellas al año, bajo la marca Mil Vientos.
La finca, adquirida por José Rodríguez en 1897, siempre estuvo administrada por la familia y para Carlos, el secreto de sus viñedos pasa por el microclima que tiene, que le dan características especiales. Además, el proceso de elaboración de sus vinos pasa por un esmerado cuidado en todas las operaciones. "Desde la poda, el posicionamiento de los racimos y el control de riego hasta el detalle de las uvas en la elaboración, controlamos cada paso con mucha intensidad. Creo que con los años fuimos aprendiendo más cosas y mejorando. Y lo seguimos haciendo’, acotó Carlos.
El programa de reconversión de viñedos, por su parte, fue avanzando para contar con Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah, pero también Cabernet Franc, Tannat o Bonarda, que prometen nuevos logros para la bodega.