Benja, en casa y en familia

Un héroe sin capa. Es una frase muy utilizada pare definir a las personas que han logrado superar situaciones difíciles y dar ejemplo de lucha. Todo encaja en la historia de Benjamín, el bebé que nació con 565 gramos y hace unos días obtuvo el alta tras alcanzar los 2,570 kilogramos. La expectativa de vida que le dieron fue mínima y salió adelante. 

Mayra Granados, la mamá del pequeño valiente, contó cómo fueron los días en Neonatología del Sanatorio Argentino y todo lo que padeció: "Fue un calvario".

Un total de 120 días registró Mayra en su calendario, desde aquel 30 de julio hasta el día que le dieron de alta a Benjamín. Recordó que las primeras horas tras el parto fueron eternas. "Estaba tan pendiente de él que nunca padecí el dolor de la cesárea", destacó.

El pequeño llegó al mundo con 565 gramos y un 90% de mortalidad. Los médicos eran sinceros con Mayra y no le daban esperanzas de vida para su hijo. "Vivir en Neo es estar en una montaña rusa", graficó. Benja llegó a pesar 395 gramos y mientras él estaba en la incubadora no dejaban de sonar las alarmas.

"No sabía qué significaba y cuando me informaron era porque Benjamín nunca dejó de estar en una situación crítica. Era tan pequeño pero tan fuerte a la vez; me lo demostró en cada adversidad", expresó sin dejar de emocionarse.

Pero el mundo de Mayra no terminaba en esa sala médica, ella debía viajar una hora en colectivo para llegar hasta el Barrio Huarpe de Caucete y cumplir con su rol de madre con Máximo (7), quien la esperaba ansioso para refugiarse en sus brazos. "Entendí que Benjamín estaba en buenas manos y que Máximo también me necesitaba", resaltó.

Sus familiares y amigos fueron pilares fundamentales para sostenerla en los momentos de vulnerabilidad. "Llegué a decir 'basta, no puedo más' y cuando me sentía así, Benjamín me demostraba que evolucionaba. Era una inyección de fe incontrolable", amplió.

Mayra describió que Benjamín cabía por los agujeros de la incubadora. Midió 23 centímetros y ahora su mamá ostenta con orgullo sus 42 centímetros. Tuvo dos operaciones en su minúsculo cuerpo, la primera para realizarle una "vía central" en sus venas y la segunda por una hernia y retinopatía: ambas cirugías de un alto riesgo de vida que pusieron en jaque una y otra vez la fortaleza del pequeño y su familia.

Actualmente, necesita 8 remedios diarios y por su peso y tamaño, hay una farmacia que los prepara especialmente para él. La súper mamá aprendió los cuidados necesarios para tener a su héroe en casa, ya que necesita oxígeno constantemente y el contacto con las personas es limitado. "Máximo es el guardia que tiene. Sabe que nadie tiene que besarlo y todos debemos ponernos alcohol en gel. Está bien cuidado", dijo con una gran sonrisa y mirando con complicidad a su niño mayor.

La familia del bebé recuerda que cuando le dieron el alta, los médicos Fernando Ramella y Gastón Jofré dejaron correr algunas lágrimas por la emoción de lo que en conjunto lograron. La esperanza fue el sentimiento que mantuvo viva a Mayra y Benjamín cerró esta historia de incertidumbre constante, demostrando las ganas que tiene de vivir y que los milagros sí existen.

FOTOS Y VIDEO: Marcos Carrizo