Nick Clegg, candidato liberal demócrata pasó de ser un virtual desconocido a la figura política del momento, tras recientes enfrentamientos televisados con el resto de los aspirantes.

Después de la primera confrontación en público con el líder conservador, David Cameron, y el actual primer ministro laborista, Gordon Brown, Clegg experimentó un sorprendente despegue en la intención de voto.

El político, de 43 años y por cuyas venas corre sangre rusa, inglesa y holandesa, sorprende por su ilustración y también por adoptar un lenguaje moderado pero enérgico, a la hora de defender su propuesta de gobierno.

Si en los comicios del próximo jueves los liberales demócratas mantienen el respaldo del electorado, cercano al 30 por ciento, podrían quebrantar el bipartidismo de la política británica, al ocupar un papel clave en el Parlamento.

Por primera vez, en 36 años, entraría una tercera fuerza a la Cámara de los Comunes, señoreada desde la Segunda Guerra Mundial por laboristas y conservadores.