Construir puentes ha sido y es uno de los aportes más trascendentes que ha hecho el hombre. Los caminos del mundo romano fueron unidos por puentes de los que aún quedan intactas algunas de sus estructuras.Recorriendo la historia del arte vemos que han sido motivo de inspiración también en la pintura y el dibujo. Detrás de la Gioconda hay un puente de arco; Botticelli, Renoir, Turner, VanGogh, Monet, y muchos otros incluyeron el motivo del puente en sus obras. Leonardo en su inmenso legado nos dejó entre otros el puente auto-portante que hoy se exhibe en los jardines del Museo y que ha servido de inspiración para esta muestra. El diseño del puente se realiza en el primer período milanés de Leonardo y está relacionado con ¿los puentes fuertes de fácil transporte¿ a los cuales Da Vinci hace referencia en su carta escrita a Ludovico el Moro para ser contratado como ingeniero. La facilidad de transporte y la simplicidad del montaje hacían de este puente un equipamiento militar muy eficaz que encontraba el reconocimiento del príncipe renacentista siempre empeñado en acciones militares. Es un modelo ligero y fuerte que se levanta gracias a la genial técnica de encastre pensada por Leonardo. Su simplicidad hace que una sola pieza fuera de lugar produzca el derrumbe de toda la estructura como si fuera un castillo de naipes. Construido con leños de madera, gracias a su forma arqueada distribuye las fuerzas en juego de modo que los tramos longitudinales se aprietan como tijeras sobre aquellos transversales manteniendo en pie a toda la estructura. Los puentes nos hablan de esa necesidad de comunicación tan primordial a la cual, en ocasiones, pareciera oponerse nuestro mundo moderno. Paradójicamente en la era de la comunicación cada vez más se alzan muros que contribuyen a generar una sensación falsa sobre la idea de estar comunicados. Aunque los puentes son herramientas que pueden utilizarse como en el caso de los ideados por Leonardo para fines de conquista e invasión, mucho más fuerte y necesario es su sentido de unión. El puente como metáfora nos hace pensar en el dialogo, al cruzarlo es un paso hacia algo distinto, es salir de uno mismo para encontrarse con el otro. Es dejar la tierra firme y aventurarse a cambiar de lado. Tendamos puentes a través de la palabra, tan necesarios en la Argentina y en el mundo de hoy.
