Un llamado al 911 por un supuesto disturbio familiar en una vivienda del barrio La Estación, en Rawson, destapó ayer en la mañana un caso grave que involucra a tres hermanos de 13, 9 y 1 año. Fuentes policiales informaron que cuando efectivos de la Motorizada II golpearon la puerta de esa casa, la mayor de los hermanos salió llorando y les dijo a los uniformados que era maltratada por su padrastro. Y les contó algo mucho peor: que la obligaba a vender cierta cantidad de droga por día para no ser castigada. Lo concreto es que la niña le entregó a los uniformados una bolsa con 37 ‘porros’ (pesaron 27 g), una hoja de diario donde habían 237 g de picadura de marihuana, una balanza de precisión, una licuadora. Al cabo del operativo, la chica y sus hermanos fueron contenidos por profesionales del Ministerio de Desarrollo Humano, indicaron las fuentes.
Los policías dijeron que el padrastro y la madre de los chicos ya tienen antecedentes por droga y que, anoche, eran intensamente buscados.
A las 10.15 de ayer, el cabo Carlos Gil y el agente Ariel Castillo (Motorizada II) acudieron a la manzana 26 de ese barrio rawsino y se toparon con la angustiada niña (aparentemente ella fue quien llamó al 911). De inmediato, la menor le explicó a los policías que estaba harta de los constantes maltratos a la que la sometía su padrastro Juan Eduardo ‘El Cabezón’ Argüello (40) y denunció además que el sospechoso la obligaba a vender droga a cambio de no ser castigada, indicaron en la Policía.
Después, la niña llevó a los uniformados al interior y ante la presencia de dos testigos, entregó la bolsa con ‘porros’ y de la heladera sacó el envoltorio con el resto de la marihuana, señalaron las fuentes. Luego, un móvil de Desarrollo Humano trasladó a los tres hermanos y el Departamento Drogas Ilegales incautó la ilícita sustancia y los elementos para fraccionarla.
Anoche, la licenciada Viviana Meglioli, al frente de la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia, dijo que ‘los tres hermanitos están en perfecto estado de salud. La nena de 13 años y su hermana de 9 fueron entregadas a su padre biológico, que vive en el mismo barrio. En tanto el bebé de 1 año fue llevado momentáneamente a uno de nuestros hogares hasta que encontremos algún familiar que se pueda hacer cargo’.