Testimonio desgarrador. La abuela de los niños le mostró a este diario las cicatrices en sus cuerpitos, huellas de las quemaduras, golpes y tirones de pelo hasta arrancárselos que habían sufrido antes de vivir con ella.

El caso de los hermanitos chimberos que eran torturados, presuntamente por una mujer que los criaba y que no era familiar suyo, conmocionó desde que se hizo público. Posteriormente, al conocerse detalles de cómo vivían y de todas las marcas que tenían en su cuerpo, el drama aumentó. A tal punto, que tras la publicación de DIARIO DE CUYO que contaba la intimidad de cómo viven hoy los niños con su abuela, la asesora de menores Laura Romarión pidió a la Justicia que interviniera para buscar una rápida solución a esta familia, que está llena de necesidades.

Romarión pidió al juez de Familia Esteban De la Torre que intimara a la Dirección de la Niñez para que intervenga en este caso, lo más rápido posible. En este contexto, ambos funcionarios de la Justicia dijeron que analizan si sacan a los niños del entorno familiar, que está marcado por la pobreza, las adicciones y la prostitución. Este medio trató en repetidas oportunidades de comunicarse con Marcelo Bartolomé, director de la Niñez, pero sin éxito.

Los niños tienen 2, 3 y 4 años y su caso salió a la luz hace 10 días cuando la abuela llegó a la comisaría 17ma de Chimbas para hacer la denuncia por maltrato.

"Tras un trascendido periodístico -la nota de DIARIO DE CUYO- dimos intervención a la Dirección de Niñez para que se constituya en el lugar, haga las evaluaciones de la familia y tome la decisión inmediata respecto a los niños. Ya se cursó ese pedido. La Dirección de la Niñez deberá evaluar hasta la familia ampliada y si evalúan que están en riesgo deberá sacar de la casa a los niños", explicó De la Torre y dijo que él tomó cartas en el asunto luego de un pedido, que fue hecho de oficio y que adjuntó la nota publicada por este medio el domingo pasado, de la Asesoría de Menores.

El juez de Familia dijo que si bien no están al tanto de las denuncias realizadas por la abuela de los niños, decidieron buscar una solución inmediata.

En este mismo sentido, la asesora de Menores, Laura Romarión, dijo: "Hice un avocamiento para pedir la intervención y para que Niñez nos pase los informes que deberá hacer. Es una situación muy problemática. Tenemos que ver que esa abuela no se desborde con la crianza. Hay que indagar si puede hacerse cargo de los niños, o si hay alguien dentro de la familia extendida que pueda cuidarlos".

La funcionaria explicó que recién el lunes tomaron intervención, porque hasta antes de la publicación del diario no había denuncia. Sin embargo, dijo que para Niñez esta familia es conocida de antemano. "Ellos -por Niñez- ya le habían quitado a la abuela otros niños que eran de otra hija. Ya trabajaron con esta familia por otros problemas. Es una familia que tiene una situación de vulnerabilidad de antigua data. Pero, por lo que me dijo Niñez, los chicos estaban bien con la abuela y la madre. La madre va y viene por la profesión que ejerce -ella reveló a DIARIO DE CUYO que trabajaba como prostituta- y por su situación de adicción, pero estaban indagando a una familia ampliada para ver qué hacer", agregó Romarión y dijo que no descartan que los tres hermanitos terminen institucionalizados en un hogar del Estado.

"Por más que el Estado les dé un bolsón de mercadería o un guardapolvo, esos niños no pueden vivir en un lugar en donde no tienen garantizado estudiar y tener una buena salud. Es muy complejo. La abuela tiene mucha voluntad, pero con voluntad sola no hacemos nada. No queremos judicializar la pobreza, queremos el bienestar de esos niños", dijo la funcionaria judicial y resaltó que entre hoy y mañana ellos deberían tener los informes para saber qué hacer con los chicos.

Viven con su abuela en una casita humilde en Chimbas. Si bien M, la abuela de los niños, dijo que no pasan hambre, admitió que comen lo que a ella le alcanza, pues viven de una pensión. En esa misma casa viven la mamá de los nenes, que tiene 23 años y es adicta a las drogas, y un hermano de ella, que también consume estupefacientes. En esa vivienda, que casi no tiene muebles y que es muy oscura, porque tratan de ahorrar energía, M hace lo que puede con sus tres nietos que prácticamente no hablan y que responden todas las preguntas con enormes sonrisas. Hace unos días, luego de hacer la denuncia, M abrió las puertas de su casa para mostrar la realidad de sus nietos. Además de enseñar la pobreza en la que viven, la mujer mostró las marcas que tienen los chiquitos en sus cuerpos. Cicatrices en la espalda, quemaduras en los brazos, cortes en las muñecas y enormes costras en la cabeza, son algunas de esas marcas.

Ella comentó que los chicos vivían con una mujer, que supuestamente es pariente del papá de los nenes, y esa mujer los maltrataba. La mujer estuvo detenida por esta denuncia (ver aparte) y quedó en libertad la semana pasada, mientras que los chicos seguían viviendo casi sin asistencia.



La causa penal

Además de la causa civil, en la que se definirá el futuro de los chicos, hay una causa penal contra la presunta agresora. Esta causa paralela está en el 4to Juzgado Correccional. Por esta causa la mujer que criaba a los niños estuvo detenida tras la denuncia que hizo la abuela en la Comisaría 17ma. Sin embargo, quedó en libertad porque el delito que se le inculpa, lesiones leves, es excarcelable. Fuentes judiciales explicaron que los chicos fueron revisados por el médico legista y se constató las lesiones leves. Sin embargo, la mujer sigue vinculada a la causa en carácter de sospechosa, porque no hay nada definitivo.


Ayuda a la madre

  • Romarión explicó que además de pedir ayuda para los niños, ella solicitó la intervención del ministerio de Salud Pública para que asista a la mamá de los pequeños por su adicción. "La mamá está mal y también necesita asistencia", dijo la funcionaria.